Cuando las palabras son vacías solo queda el eco de la música q alguna vez sonó, un vacio incomprensible e inaudible, aquel que solo podemos sentir e imaginar como sería. Un silencio absoluto que envuelve todas las historias, cada una de las mentiras, y cualquiera de las verdades, cada palabra y como si fuera poco, todos y cada uno de los sueños que tal vez nunca se vuelvan realidad. Cada nota llena de intenciones que nunca existieron y cada estrofa llena de promesas que jamás fueron reales, siento su vacio retumbando en el espacio que debieron ocupar, la melodía que debió haber sonado pero fue interrumpida, antes de empezar.
jueves, 24 de mayo de 2007
Ecos y recuerdos
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